AUTORES: Núñez Niebla, Andrea
DIRIGIDA POR:
María del Carmen Pérez Fuentes (Directora)
David Álvarez García (Codirector)
UNIVERSIDAD DE DEFENSA: Universidad de Almería
FECHA DE DEFENSA: 30 de mayo de 2022
TRIBUNAL:
José Jesús Gázquez Linares (Presidente/a)
María del Mar Molero Jurado (Secretario/a)
Celestino Rodríguez Pérez (Vocal)
RESUMEN:
La presente Tesis Doctoral pretende abordar el acoso escolar, tanto desde sus causas como desde algunas de sus consecuencias. Por acoso escolar se entienden aquellas situaciones en las que uno o varios agresores ejercen intencionadamente agresiones variadas sobre una víctima (por ejemplo: insultos, burlas, amenazas, empujones, esconder cosas, etc.), de manera continuada en el tiempo y en las que existe una clara inferioridad por parte de la víctima (por ejemplo: en apoyo social, autoestima, etc.) que es la que posibilita que el maltrato sea continuado.
En primer lugar, muy pocos estudios han analizado el papel modulador del sobrepeso percibido en el efecto que tiene ser víctima de violencia por parte de sus iguales sobre la autoestima y las dificultades relacionales futuras. Los niños con sobrepeso presentan una autoestima significativamente más baja que los niños con un peso dentro de la norma, y ésta, especialmente la referida a su propio cuerpo, aumenta la probabilidad de experimentar ansiedad social. La insatisfacción con la imagen corporal, en consecuencia, parece ser un factor de riesgo de ser víctima de acoso escolar, quizá por su efecto negativo sobre la autoestima general y, con ello, sobre las dificultades de interacción social y el aislamiento, que pueden aumentar la probabilidad de ser víctima.
En segundo lugar, aunque el bullying y el cyberbullying no son formas de violencia muy distintas, ocurren en contextos distintos. Se trataría de formas de violencia entre iguales que se solapan habitualmente. De hecho, la mayor parte del efecto negativo atribuido a la cibervictimización se debería, en realidad, al solapamiento con las formas tradicionales de violencia. Este posible solapamiento entre ser víctima de violencia off-line y online ha promovido estudios que han tratado de identificar tipos de víctima en función del grado de padecimiento de estos dos tipos de violencia (ciber y tradicional). En este sentido, en esta Tesis Doctoral se pretendió identificar (i) perfiles de victimización en la adolescencia, en función del grado de padecimiento de violencia tradicional o de ciberagresiones por parte de sus iguales, así como la prevalencia de cada tipo de víctima, en una muestra de adolescentes españoles, y (ii) analizar la asociación de los perfiles de victimización obtenidos con la ansiedad social y la autoestima.
Finalmente, en tercer lugar, la investigación sobre los factores de riesgo de cibervictimización entre iguales en la adolescencia se ha centrado principalmente en el análisis de variables individuales (del propio adolescente). Sin embargo, tan importantes como las individuales parecen ser los factores contextuales. Entre los contextos con mayor impacto en el desarrollo de la personalidad del adolescente se encuentra su grupo de iguales y, dentro de ellos, los compañeros de clase. Sin embargo, el grupo-clase apenas ha sido objeto de estudio como contexto explicativo de la cibervictimización entre adolescentes.
Los resultados de los tres estudios indicaron que: (a) los adolescentes que se perciben con sobrepeso tienen, en términos generales, una mayor probabilidad de ser víctimas de agresiones o ciberagresiones por parte de otros adolescentes, así como de tener una baja autoestima y dificultades relacionales; (b) en los adolescentes que se perciben con sobrepeso, la baja autoestima es un factor de riesgo más potente de dificultades relacionales que en el resto de los adolescentes. Las diferencias en dificultades relacionales entre los adolescentes que se perciben con sobrepeso y los que no, son sustanciales cuando los niveles generales de autoestima son bajos y nulas cuando los niveles de autoestima son altos; (c) ser víctima o cibervictima de violencia entre iguales, son fenómenos distintos, pero que aparecen frecuentemente de forma conjunta; (d) tanto la victimización como la cibervictimización constituyen factores de riesgo de baja autoestima, la cual a su vez aumenta la probabilidad de tener dificultades relacionales (timidez y síntomas de ansiedad social); (e) la victimización offline tiene un mayor impacto sobre las dificultades relacionales que la cibervictimiación; (f) cuanto mayor es el nivel de victimización en el perfil de los adolescentes menor es su autoestima, siendo más fuerte esta asociación cuando predomina la violencia tradicional que la cibervictimización; (g) a pesar de que las ciberagresiones ocurren por lo general fuera del centro educativo, las características del grupo-clase al que pertenece el adolescente influyen de forma significativa en la probabilidad de que sea víctima de ciberagresiones; (h) en concreto, los adolescentes que pertenecen a grupos en los que es habitual que sus compañeros sean víctimas de violencia escolar tradicional entre estudiantes y que agredan a través del teléfono móvil e Internet, es más probable que sean víctimas de ciberagresiones.
De estos resultados, finalmente, se formularon algunas implicaciones para las prácticas educativas. Los resultados obtenidos también muestran que cuando un adolescente pertenece a un grupo-clase en el que es habitual que sus compañeros sean víctimas de violencia escolar tradicional en el centro y agresores fuera de él por medio del teléfono móvil e Internet, es más probable que ese alumno sea víctima de ciberagresiones. En consecuencia, es importante no sólo tener en cuenta el papel del alumnado como potenciales víctimas o agresores, sino también como testigos, desarrollando actitudes y conductas a favor de la víctima, en lugar de pasivas o a favor del agresor.